Los cascos celtibéricos
El casco formaba parte de la panoplia defensiva del guerrero celtíbero. Por lo general, estaba asociado a guerreros de cierta importancia social, es decir, que cuantos más ornamentos y detalles presentara el casco, más prestigio e importancia tenía el hombre que lo llevaba puesto. No son demasiado abundantes los ejemplos de cascos celtibéricos que tenemos ya que seguramente muchos fueron arrojados como ofrenda a las aguas además de que no era un objeto que poseyera cada guerrero y que no solamente se fabricaban en metal sino también en materiales perecederos. Sin embargo, se han podido establecer tipologías y teorías acerca de su uso y significado.
Los cascos y los guerreros celtibéricos
Como he dicho antes, los cascos eran un objeto de la panoplia militar reservado a aquellos guerreros que gozaban de un prestigio social que les hacía disponer de los medios para equiparse no solamente con cascos sino también con corazas y grebas. Además, su importancia era clave no solamente por la obvia protección física que ofrecían sino también por el simbolismo que la cabeza tenía entre los pueblos celtibéricos. La cabeza era el depósito del alma por lo que era vital protegerla (aparte de por lo evidente…)
Los cascos se fabricaban de forma artesanal y no industrial por lo que de un ejemplar a otro las medidas suelen variar: el artesano hacía el casco a medida y gusto de su portador. Además, a lo largo del tiempo los cascos celtibéricos han ido evolucionando.

Casco de un jefe celtíbero con plumas y penacho
(Imagen ACC Tierraquemada)
Los cascos solían dejar la cara despejada, lo que ha sido interpretado por algunos autores como señal de que la lucha era individual entre guerreros y no en formación, como por ejemplo podría haber sido la hoplítica. Este tipo de combate heroico se puede asociar a luchas entre personajes míticos al modo de los héroes de la mitología griega. Quizá representaciones como la que vemos en el Vaso de los Guerreros en las cerámicas de Numancia sean el relato de uno de estos combates míticos que desgraciadamente no ha llegado hasta nosotros.
Ya que algunos de estos cascos están fabricados con láminas de bronces muy finas se ha pensado que seguramente se pondrían encima de casquetes de cuero u otro material que los reforzaría. Otros autores han sugerido que quizá estos cascos tenían una función simplemente simbólica; sin embargo, el haber encontrado marcas de reparación en algunos de ellos desmiente esta teoría.
Algunos de estos cascos celtibéricos presentan decoración en forma de círculos y espirales lo que se ha interpretado como símbolos de regeneración y del ciclo de la vida y la muerte, en definitiva, amuletos de protección para el portador. Estos símbolos se han encontrado también en corazas, hebillas de cinturón y otras piezas por lo que, al menos en tiempos antiguos, debieron tener algún significado especial aunque después esta decoración quizá se vulgarizara y perdiera su sentido original.
Tipos de cascos celtibéricos
Las fuentes literarias nos ayudan a saber qué tipos de cascos celtibéricos existían. Diodoro (5, 33-34) es quien nos dice que los celtíberos y también los lusitanos llevaban cascos adornados con crestas o penachos de color escarlata, algo que algunos autores piensan que puede ser por influencia romana. Diodoro aclara respecto a los lusitanos que este tipo de casco era portado tan sólo por unos pocos y que el resto llevaba cascos de nervios.
Silio Itálico (16, 59) explica que los cántabros se protegían la cabeza con cascos fabricados en cuero y Estrabón (3, 3, 7), respecto a otros pueblos del Norte peninsular, dice que tan sólo usaban una cinta para sujetar los largos cabellos.
En el conocido Vaso de los Guerreros de Numancia vemos dos guerreros que se protegen la cabeza con un casco con un gallo y una piel de animal respectivamente. En otra pieza cerámica del mismo yacimiento encontramos a dos figuras que llevan un casco con cuernos y un casco que asemeja un animal con las fauces abiertas. Según Alberto Lorrio, este tipo de forma aludiendo a cuernos y animales es un rasgo heredado de la Cultura de La Tène.
Los cascos hispano-calcídicos
Dentro de las tipologías de cascos que han aparecido en la zona céltica de la Península Ibérica, destacan los cascos hispano-calcídicos por ser de factura local, tal como indica su nombre, aunque se inspira en los modelos calcídicos de los cascos itálicos. Estos cascos aparecen en zona celtibérica y tienen algunos rasgos en común:
- Calota lisa, con o sin carena
- Nasal reforzado que divide las aperturas para los ojos
- Apertura para las orejas
- Guardanucas plano
- Carrilleras móviles
- Adornos tanto orgánicos (plumas, penachos…) como metálicos (aletas, cuernos…)
Estos cascos tienen su origen seguramente en torno al siglo IV d.C. en el sur de Italia y sería allí donde los conocerían los mercenarios hispánicos. El modelo hispano-calcídico siguió evolucionando hasta los siglos II-I a.C. Por ejemplo, las carrilleras se hicieron más curvilíneas para adaptarse a la forma de la mandíbula y la perforación distal de la protección nasal desapareció así como la carena de la calota.

Cascos celtíberos de Aranda de Moncayo
Los cascos hispano-calcídicos de Aranda de Moncayo
Es inevitable pensar en los cascos hispano-calcídicos expoliados en Aranda de Moncayo y encontrados en Berlín, una de las situaciones más vergonzosas de nuestro patrimonio cultural. Sorprende el hallazgo de ese número de cascos concentrados en un solo yacimiento, la ciudad de Aratis o Aratikos en Zaragoza, ya que por lo general, los cascos celtibéricos aparecen de forma aislada en ajuares funerarios o en casas.
Se han querido dar dos explicaciones a esta acumulación de cascos. Una es que se tratara de un arsenal, lo que podría estar indicando la existencia de un pequeño ejército financiado en el contexto de la expansión celtíbera. Este período de inestabilidad produciría la necesidad de armas y de la existencia de personajes destacados socialmente que lideraran la lucha.
Por otro lado, se ha pensado que podríamos estar ante un santuario dedicado a un dios de la guerra. La acumulación de cascos podría significar una ofrenda puntual en un momento concreto ya que todos presentan una homogeneidad que descarta que podamos estar hablando de ofrendas acumuladas a lo largo del tiempo.
Bibliografía
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Se habla mucho de estos cascos, pero nadie nunca los ha analizado, ni tenido en su poder, salvo Fernando Quesada que en una ocasión se los dejaron ver dos ejemplares en Munich¡h, y a varios metros de distancia, según el mismo declaró en el juicio en Zaragoza,. Y si fueran replicas?