El problema de las cabezas cortadas

Sí, siempre es un problema que a uno le corten la cabeza pero no es de eso de lo que voy a hablar en este artículo sino de las interpretaciones que a lo largo de las últimas décadas se ha venido dando a la amplia iconografía de cabezas exentas -que no cortadas- que tenemos en la Península Ibérica y en concreto, como siempre, en la zona celtibérica.

Por lo general, cuando se mencionan cabezas y celtas lo primero que se nos viene a la cabeza es esa imagen traída por los autores grecolatinos en la que un jinete celta cabalga impetuosamente mientras de las crines de su caballo cuelgan las cabezas de sus enemigos. Por ende, es algo que se extrapola también a los pueblos celtibéricos y que da lugar a ensoñaciones épicas y a que sea un tema más que difundido y asumido. Sin embargo, no podemos ser tan simplistas y cada vez que veamos una cabeza en una cerámica, en el puño de una espada o en una pieza de orfebrería pensar automáticamente que se trata de una evocación a la decapitación de los enemigos.

fibula cabezas cortadas

Fíbula de Lancia

Evidencias arqueológicas

De la misma manera que en la Galia o entre los germanos tenemos abundantes pruebas acerca de la decapitación ritual del enemigo, aquí en la Península Ibérica y como no podía ser de otra manera las evidencias son muy escasas: fíbulas como la hallada en Lancia (León) que presentan jinetes de cuyos caballos cuelgan cabezas y el testimonio de Diodoro de Sicilia (XIII, 57, 2) quien asegura que los hispanos decapitaban a los enemigos caídos para ensartar sus testas en picas.

¿Qué ocurre entonces con el resto de representaciones que tenemos de cabezas exentas? Las cerámicas de Uxama y Numancia, las cabezas encontradas en varios castros como el de Yecla o Santa Iria, las que aparecen en algunas empuñaduras de espadas de antenas, incluso los cráneos hallados en murallas fundacionales han sido asociados de forma automática a la decapitación ritual de los enemigos sin hacer referencia a contextos que así lo confirmen. Sin embargo, su significado puede haber sido distinto.

¿Por qué cortaban cabezas?

La cabeza como símbolo tenía una gran importancia entre los pueblos celtibéricos, siendo considerada la parte del cuerpo en la que residía el alma, el “otro yo” de la persona y por lo tanto, estaba fuertemente ligada a la inmortalidad. La cabeza, el cráneo, se convertía así en el receptor de la esencia del individuo, en lo más valioso. Por esto, el cortar la cabeza del enemigo se consideraba el máximo ultraje ya que se trataba de una mutilación física pero también espiritual  y de ahí el cuidado que según Estrabón los celtas otorgaban a estas testas, conservándolas en aceite de cedro y exhibiéndolas con orgullo, negándose incluso a venderlas por grandes cantidades de oro.

vaso de uxama

Vaso de Uxama

Este simbolismo de la cabeza no sólo se aplicaba a ese ritual guerrero decapitatorio sino también en otras áreas y es ahí donde entran el resto de interpretaciones de las representaciones de cabezas que tenemos en la Península Ibérica. Por ejemplo, las cabezas que aparecen en la cerámica de Uxama en la que se rodean de aves son una alegoría del alma elevándose gracias a los pájaros que ejercen la función de psicopompos. Otras cabezas exentas parecen haber sido representaciones de las almas de difuntos pues, según José María Blázquez, presentan rasgos tan definidos que podrían haber sido retratos.

Han aparecido algunos cráneos que parecen pertenecer a un escenario ritual fundacional y seguramente sacrificial, quizá una ofrenda a los dioses para la protección del poblado o de un lugar sagrado, y en este mismo contexto se pueden incluir los cráneos y otros restos humanos aparecidos en murallas fundacionales. Se han encontrado también cabezas de piedra a la entrada de algunos castros, por lo que se les concede un sentido protector de los mismos, incluso una advertencia al enemigo que se acercara con aviesas intenciones.

Como vemos, lo que requieren estas cabezas exentas es una interpretación de su significado atendiendo a su contexto y no considerarlas todas como cabezas-trofeo o como producto de sacrificios humanos, quizá dos de los aspectos más llamativos de los pueblos celtibéricos que la gente gusta de remarcar olvidando la riqueza espiritual de unas gentes que debido a su dedicación a la guerra y a la fiereza con la que vivían, siempre han sido considerados unos bárbaros.

Bibliografía

AGUILERA DURÁN, T (2014), «El rito celta de las cabezas cortadas en Iberia: revisión de un tópico historiográfico» en VII Simposio sobre los celtíberos, pp. 295-302

BLÁZQUEZ MARTINEZ, J.M. (1978), «Cabezas cortadas», en Historia 16, nº 26, pp. 36-39

LOPEZ MONTEAGUDO, G. (1987), «Las “cabezas cortadas” en la Península Ibérica» en Gerion, 5, Universidad Complutense de Madrid

Imágenes de Arte Historia

Celtica Hispana

Licenciada en Historia en la Universidad de Alcalá y dedicada desde hace años a los celtas de la Península Ibérica, emprendí esta aventura en forma de blog para dar a conocer a estos desconocidos que son los pueblos celtibéricos. Huyo de los mitos, busco el rigor histórico y muestro aquí los resultados de mis estudios e investigaciones contados de forma amena para que a nadie le dé pereza leer Historia.

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2 Respuestas

  1. agustin l. álvarez dice:

    Un artículo muy interesante. El enfoque espiritual de estas prácticas tiene un componente cultural que efectivamente debe ser entendido y enseñado.

    • Celtica Hispana dice:

      Gracias, Agustín, me alegro de que te haya resultado interesante. Además de la economía, la sociedad, las guerras y otros aspectos, no hay que dejar de lado la espiritualidad y la cultura 🙂

      ¡Gracias por tu comentario!

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