Boudica, la Reina Guerrera (2003): la película y la realidad

Hace algunos años me ofrecieron participar en un proyecto que finalmente no salió adelante así que, ya que este artículo lleva dando vueltas en mi ordenador desde entonces, he decidido publicarlo en el blog aunque se sale un poco de la temática habitual. Espero que me permitáis este pequeño off-topic 🙂

“Boudica, la Reina Guerrera” (2003) es una película que pasó sin pena ni gloria por las salas de cine y que hoy día casi nadie recuerda. Sin embargo, Boudica, su protagonista, sí es muy conocida por ser la líder de la revuelta de Britania contra Roma en el año 60 d.C. Es más, no hay lista de mujeres guerreras en la que no aparezca su nombre puesto que la Historia la ha convertido en el paradigma de mujer guerrera que lucha para defender a los suyos del invasor.

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Alex Kingston como Boudica en la película de 2003

Las mujeres celtas y la guerra

La historia de Boudica comienza cuando su tribu, los icenos, ha logrado doblegar a sus enemigos y vive en paz. Vemos a la joven junto a su esposo Prasutago, rey de los icenos, dispuesta a disfrutar de los buenos tiempos que se avecinan. En estas primeras escenas, conocemos también a las dos hijas de Boudica cuyos nombres ficticios son Isolda y Siora. En realidad, no sabemos cómo se llamaban las niñas y de hecho, se cree que incluso Boudica no era el nombre auténtico de la reina sino un apodo posterior debido a su significado: “victoriosa en la guerra

Las mujeres celtas siempre disfrutaron de una libertad de la que los romanos se escandalizaban. Esta libertad implicaba que pudieran ocupar prácticamente cualquier lugar en la sociedad y eso incluía también el ejercicio de la guerra, tal y como dejaron testimonio algunos autores clásicos.

Tácito[1] nos cuenta que entre los britanos, las mujeres pueden ser líderes, guerreras e incluso generales, ya que no se hacía discriminación por el sexo. Diodoro Sículo[2] nos habla acerca de las mujeres galas que luchaban junto a sus maridos y lo mismo nos dice Apiano[3] sobre las mujeres del norte de la Península Ibérica. Por último, Polibio[4] nos cuenta la anécdota de la esposa del jefe gálata Ortiagón, Chiomara, quien cortó la cabeza del hombre que la violó y después se la entregó a su marido.

Sin embargo, no hay que pensar por ello que existieron auténticas guerreras entre los celtas ya que se trata de momentos muy concretos y casos aislados en los que determinadas mujeres tuvieron que lanzarse a la batalla. Por eso, la escena en la que vemos a Siora, una de las hijas de Boudica, entrenando con la espada junto a un chico de su edad no se acerca a la realidad ya que las mujeres no recibían ese tipo de enseñazas.

En realidad, no había ningún campo que les estuviera vetado a las mujeres pero en la práctica, eran los hombres quienes en su mayoría ostentaban puestos importantes y de autoridad.

En mitad de esta paz recién conseguida, los romanos se acercan a los icenos para tratar de llegar a un acuerdo con ellos bajo pena de ser arrasados. Prasutago firmó un acuerdo con Roma aunque el emperador Claudio no se desplazó en persona hasta Britania para hablar con él como se ve en la película. En cualquier caso, de haberlo hecho, seguramente se habría extrañado de ver a Boudica junto a su marido no solamente presente en las negociaciones sino también interviniendo de forma activa.

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Boudica alienta a los britanos a defender su país frente a los invasores romanos. Grabado de Thomas Stothard, impreso por William Sharp en 1812. Galería Nacional de Retratos, Londres.

El testamento de Prasutago: la afrenta de Boudica

Prasutago muere de forma misteriosa aunque en la película se muestra al druida Magior como autor de su muerte. Magior, al igual que otros icenos, estaba en contra del acuerdo que Prasutago había firmado con los romanos y que estaba llevando al abuso de éstos últimos sobre la población. Estos hechos, una vez más, son ficción pero sirven para reflejar el poder de los druidas en la sociedad celta y la capacidad que tenían para influir en las decisiones políticas de los dirigentes. Es el motivo por el que los romanos, que normalmente se mostraban respetuosos con las religiones foráneas, decidieron acabar con la casta de los druidas.

Tras la muerte de Prasutago, los icenos comienzan a sufrir los abusos de los romanos: incendios de granjas, confiscaciones de alimentos, secuestros de niños y adultos para ser esclavizados… Boudica, ahora reina de pleno derecho al haber muerto su esposo, decide reclamar ante Roma y se produce entonces el primer choque entre culturas.

Entre los celtas, cuando una mujer se quedaba viuda heredaba los bienes de su esposo por lo que Boudica dio por hecho que ella era la reina y que los bienes de Prasutago le pertenecían. Sin embargo, descubrió que su marido había firmado un testamento en el que dejaba la mitad de sus bienes a sus hijas con Boudica como regente, y la otra mitad al emperador de Roma. ¿Qué motivo tuvo Prasutago para firmar ese testamento? Seguramente garantizar la paz con los romanos pero al mismo tiempo, asegurar el futuro de sus hijas.

El problema llegó cuando los romanos pretendieron quedarse también con la parte que correspondía a las hijas de Boudica. Fue entonces cuando la reina icena se rebeló y Roma decidió vengarse por su desobediencia: arrasaron los dominios de los icenos y esclavizaron o mataron a la mayor parte de la población. Boudica y sus hijas recibieron castigos ejemplares: la reina fue azotada en público mientras era obligada a contemplar cómo las chicas eran violadas por varios soldados romanos. Tras aquella humillación, retornó a sus territorios para fraguar una venganza.

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Peter Dennis para «Boudicca’s Rebellion AD 60–61: The Britons rise up against Rome» (Osprey)

Boudica, líder de los britanos rebeldes

Boudica se erigió ante los suyos como reina y como líder, mostrando su voluntad de acabar con la presencia de Roma en Britania para lo cual trató de hacer que se unieran a ella otras tribus britanas. Aunque no se menciona en la película, en estos momentos existe en Britania otra reina guerrera, Cartimandua, que al contrario que Boudica decide traicionar a Carataco, líder de los brigantes, tribu a la que pertenecía, para adoptar una postura favorable a Roma.

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Boadicea hablando los británicos. John Opie, R.A. (1761-1807)

La única descripción física que tenemos de Boudica se la debemos a Dión Casio y pertenece precisamente al momento en el que la reina se presenta como cabeza de la rebelión[5]. Según el escritor, Boudica era más inteligente que lo que se supone a las mujeres y era alta, de voz áspera, mirada feroz y una larga melena pelirroja que le llegaba hasta la cadera. La reina vestía una túnica de colores y, lo más importante, Dión Casio menciona que porta un torques de oro alrededor del cuello, signo inequívoco de liderazgo y nobleza.

Además del papel de reina y líder guerrera, Boudica adoptó también el papel de sacerdotisa aunque en la película no se ve reflejado. Si seguimos leyendo a Dión Casio, éste nos dice que tras la arenga en contra de los romanos, Boudica dejó ir a una liebre que echó a correr hacia una zona de buen augurio lo que ella interpretó como una señal de la diosa Andraste, probablemente una diosa de la guerra.

Boudica comienza las hostilidades incendiando un campamento romano. Aunque las fuentes no mencionan nada al respecto, sí se sabe que los icenos junto con las tribus que se les habían unido realizaron varios y rápidos ataques contra los romanos. Pronto, Boudica decidió marchar hacia Camulodunum, la actual Colchester: allí se estaba construyendo el templo dedicado al fallecido emperador Claudio.

En Camulodunum, Boudica aparece con la imagen con la que es reconocida: sobre un carro de madera y mimbre -no de hierro- liderando a las huestes de los icenos. Aunque en estas escenas veremos a Boudica peleando con una o dos espadas, lo cierto es que las fuentes nos dicen que portaba una lanza, considerado entonces símbolo de la venganza de sangre y que además, tenía connotaciones míticas y sagradas al estar relacionada con el dios Lugh. Boudica no se presenta tan sólo como una reina guerrera sino que también procuró rodearse de un aura sagrada.

La victoria de los icenos sobre los romanos de Camulodunum fue inmediata y tras dos días de lucha, la población había sido pasada a cuchillo, el templo destruido y los esclavos liberados. Las tribus britanas bajo el mando de Boudica se encaminaron entonces hacia Londinium, la actual Londres, que había sido abandonada por las tropas romanas ante la imposibilidad de defenderla. No sabemos si Boudica tuvo la dicotomía que aparece en la película acerca de si dirigirse a Londonium o perseguir a los romanos que habían escapado de Camulodunum.

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Grabado del siglo XIX

La caída de Boudica

En la película no vemos cómo los icenos y sus aliados destruyen Londinium. Tácito nos dice que los britanos no tomaban prisioneros y que todo aquel con el que se cruzaron acabó en la espada, la horca, el fuego o la cruz. La descripción que hace el cronista de los horrores y los excesos cometidos por los britanos en Londinium pueda deberse al deseo de mantener el interés del lector y también, como siempre, de ofrecer una imagen terrible de los bárbaros.

Tras unos días en Londinium, Boudica dirigió sus tropas hacia Verulamium, que sufrió la misma suerte. Esta ciudad, sin embargo, no estaba habitada por romanos sino por britanos, concretamente por la tribu de los catuvelaunos que habían decidido mantener el apoyo a Roma y fueron castigados por ello por Boudica y sus guerreros.

Entonces, se produjo el último y fatal enfrentamiento de Boudica contra Roma. Se desconoce el lugar exacto de la batalla pero se cree que se produjo en un terreno cercano a la ubicación de Verulamium. Los icenos y sus aliados llevaban consigo a sus familias montadas en carros que colocaron en semicírculo para que fueran espectadores de la batalla; tan acostumbrados estaban ya a la victoria.

Son dos autores esta vez los que nos ofrecen dos versiones distintas de la arenga que Boudica dedica a sus guerreros antes de lanzarse contra los legionarios romanos: Dión Casio y Tácito. El primero ofrece un discurso demasiado largo y enrevesado frente al más sencillo de Tácito por lo que se tiende a creer que el de éste último está más cerca de la realidad. Según Tácito, Boudica se presentó ante sus guerreros no como reina sino como una mujer que busca venganza por la afrenta sufrida por sus hijas y por ella misma. “Esta es mi decisión como mujer: luchar o rendirme al yugo romano”.

En esta ocasión, no hubo victoria para los britanos pues Paulino, el general romano, ya había preparado su estrategia para vencer con relativa facilidad a los guerreros de Boudica. No se produjo entre ellos la conversación que vemos en la película: Paulino nunca ofreció la paz a Boudica ni tampoco le declaró su admiración. Es más, en su arenga, Paulino desmerece a las tropas britanas aludiendo precisamente a la presencia de mujeres en ellas.

Se desconoce qué ocurrió con Boudica pues las fuentes no coinciden: Tácito afirma que se suicidó ingiriendo veneno para no caer en manos de los romanos mientras que Dión Casio explica que cayó enferma y murió poco después de la batalla. Quizá simplemente se trate de la misma historia contada de formas distintas. En la película tampoco vemos qué ocurre con Boudica; tan sólo una alegoría en cuanto a su hija Isolda y su futuro.

Si bien el reinado de Boudica fue breve y su lucha no sirvió para detener el avance romano en Britania, siempre será uno de los ejemplos históricos en los que una mujer toma el mando no sólo en la política sino también en la guerra destacando por encima de los demás y, como en este caso, dando más de un quebradero de cabeza a todo un imperio como fue el Imperio Romano.

Bibliografía

GORDILLO MARTÍN, Juan Manuel (2002) “Boudicca según Dión Casio” en Actas del III y IV Seminarios de Estudios sobre la Mujer en la Antigüedad. Valencia. SEMA.

MARKALE, Jean (2005) La mujer celta. Mra Ediciones.

PAYNE SAVINO, Heather (2002) “The Lives of Ancient Celtic Women” en Celtic Learning Project http://www.celtlearn.org/ [consultado 17/06/2017]

WEBSTER, Graham (2007) Boudica: la revuelta britana contra Roma en el siglo I. Ed. Planeta.

[1] Agrícola, 16, I

[2] Biblioteca Historica, V, 32

[3] Iberia, 72

[4] XXII, 21

[5] Historia Romana, LXII, 2, 3-4

Celtica Hispana

Licenciada en Historia en la Universidad de Alcalá y dedicada desde hace años a los celtas de la Península Ibérica, emprendí esta aventura en forma de blog para dar a conocer a estos desconocidos que son los pueblos celtibéricos. Huyo de los mitos, busco el rigor histórico y muestro aquí los resultados de mis estudios e investigaciones contados de forma amena para que a nadie le dé pereza leer Historia.

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2 Respuestas

  1. María Cristina dice:

    Sólo así se conocen -o se acerca a conocer- los hechos del pasado. El humano es rehén de su propia capacidad de tergiversación y narrativa en base a intereses o preferencias, sin rigor objetivo. Por eso es muy buena tu oferta cultural histórica, sobre todo en estos tiempos tan borroneadores de la verdad acontecida. Gracias!

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